Trinidad y Tobago es susceptible a inundaciones por una variedad de razones, incluyendo su geografía y ubicación que la hace expuesta a peligros y fenómenos meteorológicos e hidrológicos como las Olas Tropicales transitorias, la Zona de Convergencia Intertropical (ZCIT), y Ciclones Tropicales. Estos fenómenos son conocidos por producir cantidades sustanciales de lluvia que a menudo superan la capacidad de drenaje de los cursos de agua naturales y artificiales. Las lluvias excesivas a veces se ven agravadas por fluctuaciones de marea extremas que reducen el escurrimiento y aumentan la probabilidad y gravedad de inundaciones

La vulnerabilidad a las inundaciones también se ve exacerbada por factores humanos como la desigualdad socioeconómica, cambio de uso de suelo regulado y no regulado debido a desarrollos humanos en constante expansión, extracción de piedra, y la pérdida de bosques debido a incendios forestales y fuegos de maleza, y la incapacidad de la infraestructura de drenaje para mantenerse al día con estos cambios. El cambio climático también está cambiando la duración y la intensidad de las lluvias, con tendencias que muestran ligeras reducciones en los totales de precipitaciones a largo plazo, y una actividad de chubascos más intensa en el corto plazo

El cambio climático agrava la degradación ambiental y aumenta el riesgo de incendios forestales y de matorrales, reduciendo la capacidad natural de retención de agua de las cuencas hidrográficas. Al mismo tiempo, La capacidad nacional de alerta temprana de inundaciones está limitada por el monitoreo, análisis, y capacidad de pronóstico en forma de equipos de monitoreo y sistemas de comunicación. Los sistemas de alerta temprana de inundaciones comunitarias están en sus primeras etapas en Trinidad y Tobago, y es de vital importancia que se fortalezcan, especialmente en comunidades con alta propensión a inundaciones